Son los guerreros de lo Real,
los que no tienen otro enemigo que ellos mismos,
los que no tienen más arma que su sinceridad,
y el abandono de sí es su única estrategia.
Los que saben que sólo hay un combate,
en que morir a sí mismos es el único final,
para sólo dejar las cenizas de la existencia,
de las que pueda renacer sin fin
el Fénix místico de la Vida.
Para alquimizar el Niño de Oro
de las densidades plúmbeas del ego,
y hacerlo surgir, transparente,
en el seno del mundo solar.
Entonces, en un soplo de Gracia,
se desvanecerán los guerreros,
realizando en la beatitud absoluta
que jamás existieron.
Autor: Diksha (traducción de Elma)
Fuente: flammedalterite.wordpress.com
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