A la orilla de mi lago
temblorosamente espero
Amado de mi alma amante,
en sus aguas tu reflejo.
A la orilla de mi lago
aguardo tu Luz de nieve
-Dios, Amor, Sublime Rapto-
para fundirme en tus brazos
A la orilla de mi lago
aguardo tus bendiciones
que rehagan en el agua
mi pura y prístina imagen.
A la orilla de mi lago,
espera siempre mi alma
ver que desciendes y cubres
tu Luz en mí reflejada.
Elma
Elma: es muy bella tu poesía, yo he de hacerte un estudio pero hasta ahora no he tenido ocasión, por mis contínuas hospitalizaciones.
ResponderEliminarLo siento, estimado José, hasta hoy, 8 de marzo no me he percatado de tu comentario.No te preocupes, tu cuidado es lo primero.Ya habrá ocasión para las palabras más tarde. Un cálido abrazo.
EliminarQue agradable sorpresa.
ResponderEliminarNo sabia que habias continuado con el blog hasta hoy.
Si me permites te acompano. No esperas en vano.
Acojo tu compañía con gran amor, mi querida amiga.
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