Soplan vientos de Unidad en todo el mundo;
la oscura simiente se alza airada
y atiza con sus garras diabólicas
brasas de oscuro fuego.
Soplan vientos de Amor en el planeta
- la herencia de milenios aguardada -
mas la separación aún cabalga
a lomos del Gran Ego.
Soplan vientos de Paz en nuestra Tierra,
y se revuelven feroces
los estigmas tenebrosos de la guerra.
¡ Hermanos de un camino que atraviesa
con su faro ígneo oscuras simas,
no olvidemos el reto,
no caigamos inermes
en las trampas que acechan!
No, hermanos, no
los errores se pagan pronto o tarde.
La Unidad divina, victoriosa,
hará caer las resistencias torpes,
en todas partes.
¡Abrid el corazón!
Somos vivientes llamas del Eterno,
y si queremos seguir gloriosas sendas,
nunca lo haremos desde el desprecio.
Si nos sentimos parte
de un gran proyecto divino,
deberemos valorar cualquier esfuerzo.
Y, sobre todo,
ser los depositarios íntegros
de un legado,
que está en nuestro interior
más que en los libros,
y de tan majestuosa herencia
ser limpios ejemplos.
El Nuevo Mundo nos pide
respeto, amor, transparencia...
Abandonar lo que aísla
y unificarse en la esencia.
Soltar memorias antiguas
de fricción y de exterminio,
y laborar en el jardín sagrado
de nuestros corazones hermanados.
Soplan vientos que agrupan voluntades
en nuestra Madre Tierra,
para reír,amar y crear
en un gozo infinito,
...Y todo lo demás
¡ será barrido !
Nunca olvidemos
que la Verdad es muy grande y vuela trascendiendo
cualquiera de sus partes,
cobijando al mismo tiempo en sí
las pequeñas y relativas verdades.
Elma
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