De nuevo con vosotr@s, amig@s que resonáis con el contenido de este humilde blog, tras una pausa debida, como he señalado en la anterior entrada, a un traslado de domicilio y población.Una vez asentada y en proceso de recuperación del desgaste físico que ha supuesto ese cambio, reanudo las publicaciones, centrándome hoy en este magnífico y luminoso texto de Sri Aurobindo, tan presente en este espacio.¡Que su lectura ayude a despertar esa Visión-Poder de Luz Divina en vuestras mentes!
"Esta fuerza más poderosa es la de la Mente Iluminada, una mente cuya acción ya no se efectúa mediante el pensamiento superior, sino en virtud de la luz espiritual. Ahí la claridad de la inteligencia espiritual, el sosiego de su luz diurna, cede el paso o se subordina a un fulgor intensísimo, al esplendor y a la iluminación del Espíritu; en lo alto se desencadena un centelleo de relámpagos de verdad y de poder espirituales que irrumpen en la consciencia y añaden a la apacible y amplia iluminación, al vasto descenso de paz que caracteriza y acompaña la acción de este principio conceptual-espiritual más grande, un fervor ardiente de realización y el éxtasis enajenador del conocimiento. Un torrente de Luz, visible interiormente, envuelve a menudo esta acción. Porque debemos advertir que, contrariamente a nuestras concepciones ordinarias, la luz no es originariamente una creación material, y que la percepción o la visión de luz que acompaña a la iluminación interior no es meramente una imagen visual subjetiva o un fenómeno simbólico. La luz es esencialmente una manifestación espiritual de la Realidad Divina iluminadora y creadora, y la luz material es su representación o la conversión ulterior que experimenta en la Materia para los fines de la Energía material. Con este descenso se produce asimismo el surgimiento de un dinamismo más vasto, un impulso dorado, un luminoso enthousiasmos de fuerza y potencia interiores, que sustituye el proceso relativamente lento y mesurado de la Mente Superior por el impulso raudo, a veces vehemente y casi violento, de una rápida transformación.
La Mente Iluminada no actúa básicamente por medio del pensamiento, sino de la visión; el pensamiento aquí no es más que un movimiento subordinado para expresar la visión. La mente humana, que se apoya sobre todo en el pensamiento, considera que éste es el proceso de conocimiento principal o el más alto; pero en el orden espiritual el pensamiento es un proceso secundario y no indispensable.
Una consciencia que procede por medio de la visión, es decir, la consciencia del vidente, tiene un poder de conocimiento más grande que la consciencia del pensador. La facultad de percepción de la visión interior es mayor y más directa que la facultad de percepción del pensamiento. Es un sentido espiritual que capta algo de la sustancia de la Verdad y no solamente su imagen; pero traza también su imagen, a la par que capta su significación, y puede materializarla con un perfil más sutil, más diáfanamente revelador y una comprehensión y un poder de totalidad más vastos que los que el pensamiento conceptual puede alcanzar."
SABCL: L.D. II, 26
Ref.: Del libro La Evolución Futura del Hombre, Sri Aurobindo, pp. 128-30, edición al español realizada por el Centro Sri Aurobindo de Barcelona, en 1999. Traductor Kevala.
Nota biográfica
No hay comentarios:
Publicar un comentario