Por fortuna ( pues corresponde al signo de los tiempos) hay cada vez más lugares en la Tierra donde se está impulsando y ensayando a nivel grupal -en unión con las nuevas y poderosas energías entrantes- un cambio en ser humano, en su consciencia, en su vida, en su mente y en su cuerpo.
Uno de esos enclaves está en Colombia, junto a la población de Leyva: el Ashram Auromira.
Inicio con este vídeo sobre él una serie de aportes sobre otros experimentos en esa dirección, que espero sean de vuestro interés.
En donde menos se espera se encuentra este lugar. Quien ame Villa de Leyva pero no disfrute las multitudes, sino el estar en silencio y consigo mismo, sabrá que Auromira es el lugar adecuado.
Como sacado de la India pero con el paisaje boyacense, este Ashram es un espacio pensado para la meditación, la consciencia y el silencio. La gente se despierta en la madrugada y va al templo a meditar. Luego sigue la jornada de yoga.
Desde que uno entra se encuentra inmerso en el silencio. Las pocas palabras que se cruzan unos con otros son susurradas, y el único momento en que la voz se escucha, ronca por falta de uso, es a las cinco de la tarde, en la hora de lectura, antes de volver a meditar.
Las mañanas y las tardes, después de las comidas, están llenas de espacios de reflexión, que se practica haciendo Karma-yoga, o trabajo voluntario. Una manera de ser consciente del ser mientras se hace alguna actividad que es buena para la comunidad (sembrar hortalizas, lavar platos, forrar libros en la biblioteca, son algunas de las actividades de karma-yoga que hay en Auromira).
En Auromira, el tiempo deja de ser apremiante y lo que en realidad importa es la capacidad de estar en silencio. Pero no solamente al no hablar, sino tener la mente también en silencio.
Para más información ir a: www.fundacionauromira.org
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