miércoles, 25 de mayo de 2016

El enigma de este mundo (fragmento) - Sri Aurobindo




El arte, la poesía, la música no son Yoga, no son cosas espirituales en sí mismas como no lo son la filosofía y la Ciencia. Acecha aquí otra curiosa incapacidad del moderno intelecto: su incapacidad para distinguir entre mente y espíritu, su tendencia a tomar los idealismos mentales, morales, estéticos por la espiritualidad, y sus grados inferiores por valores espirituales. Es una mera verdad el que las intuiciones mentales del metafísico o el poeta se quedan cortas, en su mayoría, respecto de la experiencia espiritual concreta; son distantes relámpagos, neblinosas reflexiones, no rayos desde el centro de Luz. No es menos verdad que, contemplado desde las cimas, no hay mucha diferencia entre las altas eminencias mentales y las modestas ascensiones de esta existencia externa. Todas las energías del Lila son iguales para la visión que contempla desde arriba, todas son disfraces del Divino. Pero uno tiene que añadir que todo puede convertirse en un primer paso en el camino hacia la realización del Divino. Una afirmación filosófica acerca del Atman es una fórmula mental, no conocimiento, no experiencia; sin embargo, el Divino la usa a veces como canal para el contacto: extrañamente, una barrera se desmorona en la mente, se ve algo, un cambio profundo se opera en alguna parte interior, en el terreno de la naturaleza penetra algo sereno, ecuánime, inefable. Uno está en una cumbre montañosa y vislumbra o percibe mentalmente una amplitud que lo impregna todo, una inefable Vastedad en la Naturaleza; entonces, de pronto, llega el contacto, una revelación, una corriente, lo mental se pierde a sí mismo en lo espiritual, uno experimenta la primera invasión del Infinito. O te hallas ante un templo de Kali junto a un río sagrado y ¿qué ves? -una escultura, una pieza de arquitectura llena de encanto, pero en un instante, misteriosa, inesperadamente, hay en su lugar una Presencia, un Poder, un Rostro que mira al tuyo: tu mirada interior ha contemplado a la Madre del Mundo.



 Contactos similares pueden llegarle a través del arte, la música, la poesía, al autor o a uno que sienta el impacto de la palabra, el significado oculto de una forma, un mensaje en el sonido que lleva en sí más, quizás, de lo que conscientemente pretendió el creador. Todas las cosas, en el Lila, pueden convertirse en ventanas abiertas a la Realidad oculta. Sin embargo, mientras uno permanece satisfecho mirando a través de ventanas, el logro es sólo preliminar: algún día deberá tomar el bordón del peregrino y comenzar el viaje hacia allí donde la Realidad se encuentra eternamente presente y manifiesta. Aun menos satisfactorio espiritualmente puede ser quedarse en las confusas reflexiones: se impone una búsqueda de la Luz que éstas tratan de imaginarse. Pero, puesto que esta Realidad y esta Luz están en nosotros mismos no menos que en alguna región superior sobre el plano mortal, en su búsqueda podemos usar muchas de las fórmulas y actividades de la vida. Así como uno ofrece una flor, una plegaria, un acto al Divino, puede ofrecer también una forma de belleza creada, una canción, un poema, una imagen, una melodía, y lograr a través de ello un contacto, una respuesta, una experiencia. Y cuando se ha penetrado en esta consciencia divina o cuando ésta crece en el propio interior, tampoco entonces queda excluida del Yoga su expresión en la vida a través de estas cosas; estas actividades creativas todavía pueden tener su lugar, aunque intrínsecamente no un lugar mayor que cualquier otra que pueda ser puesta al servicio y uso divinos. El arte, la poesía, la música, tal como son en su funcionamiento ordinario, crean valores mentales y vitales, no espirituales; pero pueden ser dirigidos hacia un fin superior y entonces, como todas las cosas que son capaces de vincular nuestra consciencia al Divino, son transmutadas y se vuelven espirituales y pueden ser admitidas como parte de la vida del Yoga. Todo adquiere nuevos valores no a partir de sí mismo, sino a partir de la consciencia que se sirve de ello. Porque hay sólo una cosa esencial, necesaria, indispensable: tornarse consciente de la Realidad Divina y vivir en ella y vivirla siempre.

El enigma de este mundo (fragmento) - Sri Aurobindo

Trad.Bel Atreides

Enlace para descargar el libro:




Glosario de términos sánscritos:

Lila: Juego cósmico del Ser Supremo
Atman:Espíritu
El Divino:El Ser Divino La Divinidad que se trasciende a Sí misma eternamente en su Manifestación


Nota biográfica



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